Escoliosis del adulto

La escoliosis del adulto (escoliosis idiopática) es una deformidad de la columna vertebral en la que se producen tres anomalías: la columna deja de ser recta en el plano frontal, es decir, vista de frente; cambia su normal alineamiento vista de perfil y se produce una rotación vertebral que deforma el tronco apareciendo una giba lumbar o torácica.

Si no tenemos las tres alteraciones no hablamos de una escoliosis verdadera.

En el adulto podemos tener dos tipos de escoliosis:

  • Aquellas que aparecen de novocomo consecuencia del proceso degenerativo o involutivo del paso del tiempo que altera los discos y hace que la columna pierda su alineación normal. Suelen ser lumbares y de baja amplitud en grados.
  • Las que son evolución de escoliosis del adolescente no tratadas o tratadas pero que han seguido progresando. Con el paso del tiempo suman fenómenos degenerativos pero su origen es diferentes. Suelen tener más curva, más amplitud y más implicación global de la columna que lo que ocurre con las anteriores.
Escoliosis del adulto

FAQs

¿Cómo se diagnostica la escoliosis del adulto?

El adulto consulta por deformidad acompañada, generalmente, de dolor y en ocasiones de compromiso radicular con sintomatología de estenosis de canal lumbar.

Lo primero y fundamental es la historia clínica y la exploración del paciente. Imprescindible.

Tras la exploración física para constatar la localización, el tipo y las alteraciones estéticas sobre el tronco y las posibles implicaciones compresivas neurológicas,  se debe realizar una radiografía de columna completa con el paciente de pie, tanto visto de frente como de perfil, una resoancia magnética, un test de flexibilidad de la columna y, muy probablemente, un TAC de columna vertebral.

En ocasiones se solicita un estudio de densidad ósea y, en función de ello se puede comenzar un tratamiento osteoformador.

El médico evaluará las curvas así como su magnitud utilizando el método de Cobb.

¿Cómo se trata la escoliosis?

No todos los pacientes con deformidad del adulto precisan cirugía. Muchos, por su grado de deformidad, su afectación de la calidad de vida, su edad, su osteoporosis, etc… son orientados hacia el tratamiento conservador.

La indicación de uno u otro tipo de tratamiento depende de la valoración conjunta e individualizada de los siguientes factores: localización de la curva, grado de deformidad, nivel de madurez del paciente, alteración sobre el equilibrio y la estética y presencia o ausencia de progresión de la deformidad.

En base a todos estos parámetros se decide cual es el método ideal.

¿En qué consiste el tratamiento?

Conservador: en los casos en los que hay que hacer observación esta se lleva a cabo aproximadamente cada 6-12 meses clínicamente o asociada a radiografías. Está indicada en los casos más leves y con bajo riesgo de progresión, con poca afectación de la calidad de vida o, en el lado contrario, en pacientes mayores y en los que se valora como de muy alto riesgo y la consecución de objetivos que mejoren la calidad de vida del paciente son poco probables.

El tratamiento conservador se basa en:

  • Analgesia de diferentes intensidades
  • Procedimientos de mínima agresión en la unidad del dolor
  • Ejercicios de fisioterapia para estirar y potenciar la musculatura como pilates, yoga, taichí y tratamiento específico en unidades mixtas de preparación física y fisioterapia.
  • En ocasiones el uso de faja lumbar de ayuda para ciertas actividades
  • El tratamiento con corsé no tiene utilidad en este tipo de pacientes habitualmente.

Tratamiento quirúrgico: en términos generales se trata de una gran cirugía, si bien su intensidad y riesgo cambian en función del grado y de la localización de la deformidad. Dependiendo del estudio detallado de la deformidad, de su flexibilidad, su afectación neurológica, su equilibrio en de frente y de perfil y el estado de sus discos en la Resonancia magnética  se toman decisiones de indicación, de amplitud, de extensión que se pueden sintetizar de la siguiente manera

  • En ocasiones se pueden realizar procedimientos mínimamente invasivos. Generalmente en las de menor afectación
  • A veces tenemos que operar toda la columna
  • Algunos pacientes precisan bajar hasta la pelvis
  • Con relativa frecuencia tenemos que asociar procedimientos anteriores o anterolaterales que se suelen hacer en diferentes días quirúrgicos dependiendo de la extensión de la cirugía posterior
¿Qué consigue el tratamiento?

La cirugía, cuando está indicada, realinea el tronco, corrige la deformidad, descomprime los elementos nerviosos comprometidos y evita la progresión futura de la curva.

La selección de los niveles a intervenir la hacemos siguiendo los criterios mundialmente aceptados de ahorro de niveles operados con el objetivo de dejar la mayor parte de la columna vertebral libre para el resto de la vida pero siempre, bajo la valoración estricta del estado de los discos adyacentes a las zonas previstas de cirugía.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza?

Generalmente anestesia general.

¿Qué medidas de seguridad adicional utilizamos?

Todos nuestros pacientes son operados siempre por el mismo equipo quirúrgico lo que da una gran fiabilidad al proceso.

Siempre operamos a nuestros pacientes con control medular que lleva a cabo el servicio de Neurofisiología clínica del Hospital. Esta ayuda no hace desaparecer totalmente el riesgo neurológico, pero si disminuye notablemente la frecuencia de esta complicación y minimiza notablemente el riesgo de lesión permanente.

Todas nuestras cirugías se realizan con recuperador hemático que permite disminuir la cantidad de sangre externa que se precisa para suplir las pérdidas. Una parte de las pérdidas es recuperada y reinfundida al paciente.

¿Es siempre necesario el uso de implantes?

Para poder corregir la deformidad liberar la columna vértebra a vértebra en toda la zona deformada para poder desplazarlas a su lugar correcto y así corregir la curva si que es imprescindible de implantes para mantener corregida la columna y permitir que se consiga un bloque óseo que evite la reaparición de la deformidad.

Los implantes pueden ser anteriores, posteriores o laterales dependiendo de cada caso.

¿Los implantes son compatibles, se rechazan?

Todos los implantes son biocompatibles. Suelen ser Titanio o una aleación de cromo-cobalto o titanio dependiendo del nivel de corrección preciso y deseado. Los implantes, como todo elemento mecánico, pueden tener complicaciones como aflojamiento o rotura por sobrecara mecánica o se pueden infectar, pero no se rechazan.

¿Hay que retirar los implantes?

No deben retirarse salvo complicaciones.

¿Es una cirugía con alta o baja tasa de complicaciones?

Desgraciadamente, en términos generales, la cirugía de la escoliosis del adulto tiene una importante tasa de complicaciones consideradas globalmente. Podemos resumirlo en varias frases:

  • La incidencia de complicaciones va unida a la extensión de la cirugía.
  • Las complicaciones son más frecuentes en pacientes de mayor edad. El riesgo se une de manera importante a la edad del paciente.
  • Las complicaciones son más frecuentes en pacientes con osteoporosis
  • Es bastante frecuente que la aparición de una complicación precise un nuevo acto quirúrgico para resolverla.
¿Cómo es la recuperación?

El periodo de recuperación, en términos generales pero matizables en función del estado previo del paciente y de la amplitud de la cirugía, suele ser largo. Aproximadamente unos cuatro meses.

El paciente comienza a sentarse y caminar en las siguientes 24-48 horas de la cirugía. Al principio la cirugía es dolorosa, pero utilizamos múltiples medidas farmacológicas para disminuir el dolor.

Permanece en el hospital unos 8-10 días y recomendamos caminar y aumentar la actividad progresivamente. Depende mucho de a amplitud de la cirugía y de los abordajes que se precisen.

Después de la cirugía generalmente no se utilizan corsés ni otros medios de sujeción externos habitulamente.

Realizamos un seguimiento programado a las 2-3 semanas, dos, seis y 12 meses y, posteriormente de manera anual.

¿Después de operarme puedo hacer una vida normal?

El objetivo de la cirugía es mejorar el dolor, mejorar la afectación neurológica y recuperar una mejor calidad de vida.

La percepción de mejoría es subjetiva e independiente de la imagen radiográfica, por tanto, depende mucho del estado clínico y de vida del que partamos y que sea lo que pretendemos hacer después de la cirugía.