Espondilolistesis

La espondilolistesis es un problema generalmente localizado en la L5, aunque puede afectar a otros niveles, que origina un desplazamiento de esta vértebra, con toda la columna por encima de ella hacia delante, originando como resultado, dolor, limitación funcional y,  en ocasiones, sintomatología neurológica de las raíces que ocasiona dolor ciático.

Existen varios tipos pero, de todos ellos, el más frecuente es la espondilolistesis ístmica.

Esta deformidad se origina durante la preadolescencia y parece ser que es debida a una distribución especial del perfil de la columna que altera el desarrollo de la vértebra originando una interrupción a nivel de la pars interarticularis lo que desconecta la parte anterior de la parte posterior de la vértebra quedando todo el trabajo sobre el disco L5-S1 de manera aisla lo que, poco a poco, va originando un desplazamiento progresivo de la vértebra hacia delante.

Igualmente puede dar la sintomatología en el adolescente, en el adulto joven o en el adulto mayor, aunque su origen esté en la preadolescencia.

Espondilolistesis degenerativa

Existe otro tipo de espondilolistesis, la espondilolistesis degenerativa, que aparece en el adulto mayor y que se trata en otro apartado.

Espondilolistesis

FAQs

¿Cómo se diagnostica la espondilolistesis?

Lo primero y fundamental es la historia clínica y la exploración del paciente. Imprescindible.

Los pacientes aquejan dolor lumbar, sobre todo cuando están en bipedestación, con o sin distribución del dolor por uno o los dos miembros inferiores siguiendo, generalmente, el territorio de L5.

Desde el punto de vista de exploración, lo más llamativo es un aumento de la lordosis lumbar que se puede acompañar de signos exploratorios de irritación sensitiva y/o motora de la o las racies afectadas.

¿Cómo se trata la espondilolistesis?

La espondilolistesis ístmica se clasifica en grados en función del desplazamiento (1 a 5) y en tipos en función de lo que altere o no el equilibrio del tronco y de la morfología del segmento columna vertebral – pelvis.

El tratamiento depende del grado de desplazamiento, del tipo y de la sintomatología de dolor y de afectación de las raíces nerviosas.

En los grados más bajos se debe ensayar el tratamiento conservador, intentando fortalecer la musculatura abdominal, lumbar y los glúteos y, en los grados altos o en aquellos en los que la afectación dolorosa y/o nerviosa sea importante se debe plantear el tratamiento quirúrgico.

¿En qué consiste el tratamiento?

Dado que el problema que sufre la columna vertebral es mixto (inestabilidad del segmento afecto y compresión radicular), el tratamiento debe perseguir dos objetivos: descomprimir los nervios afectos y estabilizar el segmento inestable.

Generalmente la cirugía se acompaña de una reducción (recolocación) de la vértebra en su lugar. Esta reducción no siempre es necesaria y no tiene por qué se completa para minimizar el riesgo de compromiso radicular durante la cirugía.

Dependiendo del grado y del tipo se independizará cada tratamiento para cada paciente.

¿Qué consigue el tratamiento?

El tratamiento conservador, cuando está indicado, persigue ganar musculatura estabilizadora disminuyendo el cuadro de dolor acompañante.

El tratamiento quirúrgico, como se ha dicho antes, persigue liberar el o los nervios comprimidos, controlar la inestabilidad vertebral y, cuando se precise, corregir la deformidad.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza?

Generalmente anestesia general.

¿Qué medidas de seguridad adicional utilizamos?

Todos nuestros pacientes son operados siempre por el mismo equipo quirúrgico lo que da una gran fiabilidad al proceso.

En las espondilolistesis de alto grado operamos a nuestros pacientes con control medular que lleva a cabo el servicio de Neurofisiología clínica del Hospital. Esta ayuda no hace desaparecer totalmente el riesgo neurológico, pero si disminuye notablemente la frecuencia de esta complicación y minimiza notablemente el riesgo de lesión permanente.

¿Es siempre necesario el uso de implantes?

El uso de implantes es imprescindible para mantener estabilizada la columna y permitir que se consiga un bloque óseo que evite la reaparición de la deformidad.

Toda la cirugía suele hacerse por vía posterior y suelen utilizarse implantes posteriores y anteriores para conseguir una estabilización y fusión circunferencial.

¿Los implantes son compatibles, se rechazan?

Todos los implantes son biocompatibles. Suelen ser Titanio o una aleación de cromo-cobalto. Los implantes, como todo elemento mecánico, pueden tener complicaciones como aflojamiento o rotura por sobrecara mecánica o se pueden infectar, pero no se rechazan.

¿Hay que retirar los implantes?

No deben retirarse salvo complicaciones que son poco frecuentes.

¿Después de operarme puedo hacer una vida normal?

Salvo deportes de contacto que, en un principio no se recomienda durante el primer año, si se puede hacer vida normal. Se recupera notablemente la calidad de vida que estaba condicionada por la sintomatología.

Debe hacerse, a partir de las 4-6 semanas, potenciación del core en el gimnasio.

¿Cómo es la recuperación?

El paciente comienza a sentarse y caminar en las siguientes 24-48 horas de la cirugía. Al principio la cirugía es dolorosa, pero utilizamos múltiples medidas farmacológicas para disminuir el dolor.

Permanece en el hospital unos 4-6 días y recomendamos caminar y aumentar la actividad progresivamente.

Después de la cirugía generalmente no se utilizan corsés ni otros medios de sujeción externos. Pueden retornar a una actividad deportiva suave a los 4-6 meses de la cirugía pudiendo realizar deportes de contacto al año de la cirugía.

Finalmente realizamos un seguimiento programado a las 2-3 semanas, dos, seis y 12 meses y, posteriormente de manera anual.