Hipercifosis

La hipercifosis es una aquella deformidad caracterizada por una curvatura excesiva de la columna dorsal. Puede ser de postural o estructural.

La hipercifosis postural es muy frecuente, el niño tiene demasiado curvada la columna dorsal o torácica, pero no existen anomalías en las vértebras y el paciente voluntariamente la puede corregir. Es flexible.

Entre las estructurales, la más frecuente es la enfermedad de Scheuermann, y se caracteriza porque la parte anterior de las vértebras crece menos que la parte posterior, por lo que las vértebras se acuñan. No se sabe muy bien su origen pero se piensa en un problema vascular de los platillos.

Otras causas de hipercifosis estructural son mucho menos frecuentes.

Los pacientes tienen una deformidad estética por su aumento de la curvatura que se acompaña, no siempre, de dolor.

No presentan, en un principio, alteraciones neurológicas.

Hipercifosis

FAQs

¿Cómo se diagnostica la hipercifosis?

Lo primero y fundamental es la historia clínica y la exploración del paciente. Imprescindible.

Tras la exploración física, se debe realizar una radiografía de columna completa con el paciente de pie, tanto visto de frente como de perfil. El médico evaluará las curvas así como su magnitud utilizando el método de Cobb. Ante la existencia de determinados signos y síntomas o ante patrones atípicos de deformidad será necesario solicitar una resonancia magnética o TAC.

¿Cómo se trata la hipercifosis?

En las dos se puede aplicar un tratamiento conservador basado en el uso de un corsé anticifosante con el objetivo de realizar un empuje en la cara posterior del tronco con el objetivo de “reeducar” la columna y modelar su crecimiento para que la parte anterior crezca más rápidamente que la posterior y la curva se disminuya normalizándose.

Este tratamiento conservador sólo tiene utilidad salvo ciertas condiciones de madurez y de grado de deformidad.

Las deformidades más rígidas pueden precisar tratamiento quirúrgico cuando el conjunto de la rigidez, la deformidad, el dolor y la madurez no aconsejan realizar un tratamiento conservador.

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento de elección para cada paciente es individualizado en función del grado de deformidad, del nivel de madurez, de la flexibilidad de la curva y de la implicación y tolerancia estética. En base un estudio detallado de todas estas variables se decide el tipo de tratamiento.

A grandes rasgos, existen tres grandes campos de tratamiento:

Observación: para curvas menores de 60º, en combinación con un programa de ejercicios. Es especialmente útil en pacientes con dorso curvo juvenil flexible, aunque la mayor parte de ellos solo precisan el plan de recuperación funcional/muscular.

Corsés: para deformidades más graves, entre 60-80º en pacientes inmaduros. Generalmente se utiliza un corsé de Milwaukee con apoyos en hombros, o en casos de menor adaptación o curvas con vértice más bajo también se puede utilizar un corsé de Boston con apoyo esternal y en hombros.
Se recomienda usarlo durante 20 horas diarias y debe mantenerse hasta Su objetivo es “descargar” la zona anterior para permitir su mejor crecimiento que modele la forma de la vértebra

Cirugía: para deformidades graves, en pacientes con dolor de espalda y con mala estética. Generalmente se realiza sólo por abordaje posterior, donde con la realización de unos cortes en la columna, llamados osteotomías de Smith-Petersen, junto con la utilización de tornillos y barras conseguimos una corrección significativa y segura de la deformidad. En la mayor parte de los casos no es necesario asociar una vía anterior y la apertura del tórax.

¿Qué consigue el tratamiento?

Colocar la columna dentro de su plano lateral fisiológico repartiendo correctamente sus cargas, evitando su progresión y controlando el dolor.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza?

Generalmente anestesia general.

¿Es siempre necesario el uso de implantes?

Para poder corregir la deformidad se precisan hacer cortes posteriores para poder acortar la columna posterior sin alargar la columna anterior minimizando el riesgo neurológico.

El uso de implantes es imprescindible para mantener corregida la columna tras las osteotomías y permitir que se consiga un bloque óseo que evite la reaparición de la deformidad.

¿Los implantes son compatibles, se rechazan?

Todos los implantes son biocompatibles. Suelen ser Titanio o una aleación de cromo-cobalto. Los implantes, como todo elemento mecánico, pueden tener complicaciones como aflojamiento o rotura por sobrecara mecánica o se pueden infectar, pero no se rechazan.

¿Hay que retirar los implantes?

No deben retirarse salvo complicaciones que son poco frecuentes.

¿Después de operarme puedo hacer una vida normal?

Salvo deportes de contacto que, en un principio no se recomienda durante el primer año, si se puede hacer vida normal. Se recupera notablemente la calidad de vida que estaba condicionada por la sintomatología.

¿Cómo es la recuperación?

El paciente comienza a sentarse y caminar en las siguientes 24-48 horas de la cirugía. Al principio la cirugía es dolorosa, pero utilizamos múltiples medidas farmacológicas para disminuir el dolor.

Permanece en el hospital unos 6-8 días y recomendamos caminar y aumentar la actividad progresivamente.

Después de la cirugía generalmente no se utilizan corsés ni otros medios de sujeción externos. medicamentos a partir de las dos semanas de la cirugía. Pueden retornar a una actividad deportiva suave a los 4-6 meses de la cirugía pudiendo realizar deportes de contacto al año de la cirugía.