Estenosis de canal

La estenosis de canal afecta, preferentemente a la región lumbar y produce un cuadro de dolor lumbar de intensidad variable y una sintomatología de claudicación en los miembros inferiores.

La claudicación es la imposibilidad para caminar y/o estar en bipedestación porque al cabo de unos metros / minutos se produce un dolor o sensación de dormido en las piernas que obliga a sentarse para que se alivien los síntomas.
Generalmente es secundaria al desgaste de los discos y las articulaciones lo que origina un cierre del conducto donde están los nervios que van a las piernas.

Su tratamiento persigue aumentar el tamaño del canal retirando todos aquellos elementos que lo obstruyen seguido de una estabilización de los segmentos afectados en función de la cantidad de desgaste y de cuantas estructuras anatómicas tengamos que quitar para conseguir una descompresión correcta.

Para ello se precisa hacer un estudio muy detallado de cada paciente para conocer cual o cuales son los elementos implicados y diseñar para cada paciente un plan de descompresión.

La estabilización, cuando se precise, se realiza mediante la artrodesis o fusión vertebral que se consigue con implantes metálicos y con aporte de hueso que se consigue localmente de la zona operada.

FAQs

Técnicas

Descompresión con o sin artrodesis o fusión vertebral.

¿En qué consiste el tratamiento?

En liberar los nervios apretados y controlar el defecto mecánico o inestabilidad del segmento o segmentos afectados.

¿Qué consigue la descompresión?

Dar libertad a los nervios comprimidos y permitir que recuperen su función que está alterada. El paciente aumenta notablemente su capacidad para estar de pié y para caminar sin tener que pararse desapareciendo la sintomatología de las piernas.

La descompresión consiste en retirar todos aquellos elementos que disminuyen el tamaño del canal y comprometen las estructuras nerviosas.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza?

Generalmente, anestesia general.

¿Es siempre necesario el uso de implantes?

No siempre. Cada caso se trata de manera individualizada y se usan es porque existe una inestabilidad previa (por ejemplo, espondilolistesis) o cuando la descompresión necesaria compromete la estabilidad vertebral.

¿Los implantes son compatibles? ¿Se rechazan?

Todos los implantes son compatibles. Están fabricados en titanio o en aleaciones de cromo-cobalto. Los implantes no se rechazan, se pueden infectar, pueden aflojarse o pueden, por fatiga, romperse como todo elemento mecánico.

¿Qué objetivo tienen los implantes?

Aportar la estabilidad mecánica necesaria para que el injerto añadido prenda y fusión el o los segmentos intervenidos.

¿Hay que retirar los implantes?

En un principio no es necesario en absoluto salvo que existan complicaciones con los mismos.

¿Qué protocolo de recuperación seguimos?

El protocolo estándar (modificable según el paciente, la calidad del hueso y los hallazgos intraoperatorios) es de paso por UCI la primera noche, sentarse y retirar sonda vesical al día siguiente comenzando a caminar por la habitación. En  los días siguientes incrementar la actividad y paseos siendo alta hospitalaria en el entorno de 4-5 días desde la cirugía. Recomendamos caminar mucho, no doblarse ni coger pesos. Recomendamos usar una faja lumbar blanda los primeros 45-60d. Revisamos al paciente entre la segunda y tercera semana para ver la herida y, si procede retirar puntos, revisamos con radiografía de control a los dos meses, seis meses, año y cada año desde la cirugía.

¿Después de operarme puedo hacer una vida normal?

Sí. Acorde a la edad y al estado físico previo del paciente. Evitar sobrecargas lumbares. Recomendamos hacer vida deportiva en gimnasio para fortalecer el core.