Tumores Malignos Primarios

Los tumores malignos primarios de la columna vertebral son poco frecuentes y, en general precisan ser extirpados para evitar su crecimiento y su extensión a otros órganos.

Entre ellos cabe destacar:

  • Osteosarcoma
  • Tumor de Ewing
  • Condrosarcoma
  • Cordoma

El osteosarcoma es un tumor poco frecuente en la columna vertebral, suele afectar a pacientes en la segunda década de la vida o a pacientes mayores que previamente han sido radiados. Es un tumor de características malignas que se puede extender dentro de la misma columna (skip metastasis), al pulmón o a otros órganos.

El tumor de Ewing es más frecuente en la columna vertebral que el osteosarcoma. Tiene muy buena respuesta al tratamiento quimioterápico, pero precisa de un tratamiento local que puede ser radioterápico o quirúrgico.

El condrosarcoma es un tumor de estirpe cartilaginosa, no sensible a la quimioterapia y poco a la radioterapia, que precisa como base de su tratamiento la cirugía de extirpación.

El cordoma es un tumor que suele afectar a los extremos de la columna vertebral que tampoco responde a la quimioterapia y poco a la radioterapia, que crece lentamente y que precisa tratamiento quirúrgico de extirpación para su control.

Tumores malignos primarios
Tumores malignos primarios
PLANIFICACION 3D PARA RESECCIONES TUMORALES COMPLETAS
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FAQs

¿Cómo se tratan lo tumores malignos primarios de la columna?

En términos generales los tumores malignos primarios de la columna vertebral se tratan mediante una combinación de quimioterapia, radioterapia y cirugía dependiendo de la sensibilidad de cada uno de ellos.

El tipo de tratamiento, el orden de la secuencia y los procedimientos a realizar en cada momento se deben tomar de manera multidisciplinar en el comité de tumores compuesto por oncólogos médicos, oncólogos radioterapeutas, anatomopatólogos, cirujanos expertos en patología tumoral vertebral y cualquier otra especialidad implicada en el tratamiento de cada paciente en concreto.

En lo que respecta a la cirugía, el tratamiento indicado en los tumores primarios suele ser la extirpación en bloque de la vértebra o vértebras afectas. En el sacro se llama sacrectomía.

¿Qué es una extirpación en bloque?

La vertebrectomía radical en bloque o técnica de Tomita es una resección completa de la vértebra afectada con márgenes libres de tumor con el objetivo de extirpar totalmente el tumor y eliminar el implante primario de esta lesión maligna.

Para que sea fácil su comprensión es como retirar la planta 5º en un edificio de 12 plantas en su totalidad, llevándose toda la planta incluyendo techo y suelo de la misma. Esto permite retirar la lesión tumoral pero, como se puede comprender deja al edificio dividido en dos, de la sexta a la 12 y de la 1ª a la 4ª y esto obliga a su reconstrucción mediante implantes que permitan al edificio (la columna) seguir realizando sus funciones.

Es un procedimiento largo, complejo, tecnológicamente exigente que precisa de un equipo quirúrgico habituado a esta técnica y entrenado, multidisciplinar y que, a veces precisa de la colaboración de cirujanos torácicos, vasculares o abdominales para poder llevar a cabo el procedimiento.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza?

Siempre anestesia general.

¿Qué medidas de seguridad adicional utilizamos?

Todos nuestros pacientes son operados siempre por el mismo equipo quirúrgico lo que da una gran fiabilidad al proceso.

Cuando se precisa trabajar en la proximidad de lementos nerviosos operamos a nuestros pacientes con control medular que lleva a cabo el servicio de Neurofisiología clínica del Hospital. Esta ayuda no hace desaparecer totalmente el riesgo neurológico, pero si disminuye notablemente la frecuencia de esta complicación y minimiza notablemente el riesgo de lesión permanente.

¿Es siempre necesario el uso de implantes?

Siempre, tanto anteriores como posteriores.

¿Los implantes son compatibles, se rechazan?

Todos los implantes son biocompatibles. Suelen ser Titanio o una aleación de cromo-cobalto. Los implantes, como todo elemento mecánico, pueden tener complicaciones como aflojamiento o rotura por sobrecara mecánica o se pueden infectar, pero no se rechazan.

Los implantes pueden fracasar en un futuro si no se consigue una buena calidad de hueso en el defecto creado y puede obligar a cirugías de revisión para cambio de implantes y aporte de nuevo material biológico.

Cuando es necesario y las solicitaciones mecánicas de la cirugía a futuro lo permiten, en los pacientes tumorales que puedan precisar raditoterapia postcirugía utilizamos implanes no metálicos de fibra de carbono o de PEEK®.

¿Hay que retirar los implantes?

Lo habitual es que no se precise.