Osteoma Osteoide

Osteoma Osteoide: ¿Qué es y cómo afecta la columna vertebral?

El osteoma osteoide es un tipo de tumor óseo benigno, pequeño y doloroso, que afecta con mayor frecuencia a jóvenes y adultos jóvenes. Aunque es poco común, este tumor puede aparecer en varias partes del esqueleto, incluyendo la columna vertebral. A diferencia de otros tumores, el osteoma osteoide no presenta riesgo de malignización, pero suele necesitar tratamiento debido a que provoca dolor y posibles problemas de postura.

En general, los tumores benignos de la columna vertebral, como el osteoma osteoide, son poco frecuentes. Sin embargo, es importante diagnosticarlos y tratarlos para evitar su crecimiento y efectos secundarios. Entre estos tumores también encontramos el osteoblastoma, el osteocondroma y el angioma o hemangioma. Aunque son benignos, algunos pueden causar dolor y, en ciertos casos, deformidades como escoliosis. Por ello, muchos especialistas recomiendan extirparlos.

En cuanto a los síntomas, el osteoma osteoide se caracteriza por un dolor que suele empeorar en la noche y responde bien a antiinflamatorios. Debido a este dolor, el tratamiento es importante, ya que puede llevar a posturas incorrectas, como la escoliosis. Aunque el osteoma osteoide es un tumor benigno, en algunos casos se sugiere extraerlo para mejorar la calidad de vida.

Por otro lado, el osteoblastoma es similar al osteoma osteoide en su origen, pero tiene un mayor riesgo de malignización si no se trata. Mientras tanto, el osteocondroma, aunque es poco frecuente y benigno, puede afectar la columna, especialmente en su parte posterior. Este último, en general, no duele, pero puede palparse si es grande y causar molestias por la irritación muscular que genera.

En resumen, el osteoma osteoide es un tumor benigno de la columna vertebral. Aunque no presenta riesgo de volverse maligno, puede reducir la calidad de vida debido al dolor. Por eso, para evitar problemas y aliviar los síntomas, la extirpación suele ser la mejor opción.

FAQs

¿Cómo se tratan los tumores benignos de la columna?

Depende del tipo. Unos permiten la ablación con radiofrecuencia como el osteoma osteoide y el osteoblastoma (dependiendo del tamaño, la localización, la proximidad a los elementos nerviosos y la accesibilidad percutánea del mismo),controlando el dolor y evitando la progresión del tumor.

Otros como el osteocondroma precisan una resección del tumor que puede o no comprometer a la estabilidad vertebral. Si la comprometiera debería ir asociada a instrumentaciones vertebrales estabilizadoras con fusión del segmento afectado.

En los hemangiomas, los pocos que son agresivos y que precisan cirugía, suele realizarse una extirpación en bloque, cuando es posible, y reconstrucción del segmento afectado.

Algunos hemangiomas típicos, no agresivos, pero que son dolorosos se pueden beneficiar de cementación de la lesión mediante vertebroplastia.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza?

Generalmente anestesia general.

¿Qué medidas de seguridad adicional utilizamos?

Todos nuestros pacientes son operados siempre por el mismo equipo quirúrgico lo que da una gran fiabilidad al proceso.

Cuando se precisa trabajar en la proximidad de lementos nerviosos operamos a nuestros pacientes con control medular que lleva a cabo el servicio de Neurofisiología clínica del Hospital. Esta ayuda no hace desaparecer totalmente el riesgo neurológico, pero si disminuye notablemente la frecuencia de esta complicación y minimiza notablemente el riesgo de lesión permanente.

¿Es siempre necesario el uso de implantes?

Sólo cuando la extirpación compromete la estabilidad de la columna.

¿Los implantes son compatibles, se rechazan?

Todos los implantes son biocompatibles. Suelen ser Titanio o una aleación de cromo-cobalto. Los implantes, como todo elemento mecánico, pueden tener complicaciones como aflojamiento o rotura por sobrecara mecánica o se pueden infectar, pero no se rechazan.

¿Hay que retirar los implantes?

No deben retirarse salvo complicaciones que son poco frecuentes.

¿Cómo es la recuperación?

La variabilidad de tratamientos en función del tipo de tumor hace difícil establecer un plan único de recuperación.

Dependiendo del tumor, de la localización, del tipo de cirugía, de la necesidad o no de implantes y de la edad del paciente, el programa de recuperación funcional será diferente para cada uno de ellos.